Que significa la palabra ahimsa

Ahiṃsā es un término sánscrito que se refiere a un concepto filosófico que aboga por la no-violencia y el respeto a la vida. Es lo contrario a himsa (violencia). Habitualmente se interpreta como símbolo de paz y respeto hacia los seres capaces de sentir. La ahiṃsā es una importante doctrina del budismo, el hinduismo y el jainismo. La primera aparición de este término en el contexto de la filosofía india se encuentra en las escrituras hinduistas llamadas Upanishads, que comenzaron a componerse a lo largo de varios siglos desde el siglo V a. C. en adelante.

En Occidente, el concepto de la ahiṃsā fue introducido por Mahatma Gandhi, quien lo consideraba "común en todas las religiones", incluyendo el cristianismo y el islamismo.

Posteriormente, los movimientos occidentales en favor de los derechos civiles, liderados por Martin Luther King entre otros, se vieron influidos por este concepto, y realizaron protestas pacifistas que rechazaban la violencia. La reciente popularidad del yoga y la meditación en la cultura occidental ha ayudado a que muchos occidentales conozcan y se familiaricen con la ahiṃsā y otros conceptos de la filosofía india.

¿Qué significa el logo de la Fundación Ahimsa Colombia?

El símbolo de oriente, es conocido como la Rueda del Dharma (El Noble Camino Óctuple, del señor Buda), Edictos de Ashoka (24 edictos) o el Dharmachakra. Representa las filosofías del Budismo, Jainismo, Sikhismo y el Hinduismo. En su nivel más básico y completo, las ocho Nobles Verdades del señor Buda que se describen a continuación.

Los elementos del noble camino óctuple se subdividen en tres categorías básicas: sabiduría, conducta ética y entrenamiento de la mente (o meditación); para rehabilitar y desacondicionar la mente. En todos los elementos del noble camino, la palabra «correcta» es una traducción de la palabra "sammā" (en pali), que significa ‘plenitud’, ‘coherencia’, ‘perfección’ o ‘ideal’. El noble camino es:

Aunque el camino está enumerado del uno al ocho, normalmente no es considerado como una serie de pasos lineales por los cuales uno debe progresar; más bien, como señala el monje budista y erudito Walpola Rahula, los ocho elementos del Noble Camino «deben ser desarrollados de manera más o menos simultánea, dentro de lo que sea posible de acuerdo a la capacidad de cada individuo. Todos están unidos y cada uno ayuda al cultivo de los otros»; siendo esta una guía práctica que se hace en paralelo.

La combinación de lo sagrado en oriente y el occidente sirve para representar el poder de la unión, del yoga, de la lucha no-violenta para la construcción de la dignidad de toda vida y para generar bienestar y paz para todo ser viviente y armonía global.

En pocas palabras, despertar el amor en todas las personas en todos los lugares.

¿Cómo nace una fundación?

Ahimsa nace hace muchos años cuando aún vivía en los EEUU el fundador, Juan Robinson. “Por más dinero que alguien pueda tener, creo que hay vacíos que no se pueden llenar sino por medio del servicio desinteresado a otros seres humanos o a otra causa que reduce malestar para la vida. Así por lo menos fue mi historia; estando en la cúspide profesional, tenía todo pero faltaba lo esencial: paz, amor, compasión, servicio”; refleja Juan.

Streets of Joy

Ese fue el caso, a principio del nuevo milenio en Phoenix, Arizona donde Juan comenzó a sentir esos llamados a ser algo más con lo que tenía y lo que la vida le había dado. La obra de Streets of Joy era enfocada en habitantes de calle, personas que habían llegado hasta el fondo en sus vidas, por mal manejo de dinero, o por simple cosas de la vida. Hombres, mujeres, familias que se encontraron de un momento a otro, viviendo en sus carros o en piezas alquiladas.

Trabajando como voluntario, ayudo apoyando con su tiempo en estructurar programas para sacar a las personas de esa pobreza extrema e integrarlos de nuevo a la sociedad. Coordinando con 10 iglesias de diferentes creencias, compramos un motel viejo, conseguimos alimento del banco de alimentos y fuimos uno por uno trabajando a dar esperanza y fortaleza física y emocional a los adultos y los niños. Muchas personas llegan a ese estado de vulnerabilidad, todos somos vulnerable.

Después de dos años, Juan acepto el puesto de presidente de la Junta Directiva.

De Vuelta a Colombia

Pasó casi una década más, en que Juan seguía viviendo en los dos mundos, el del capitalismo corporativo y el de la lucha por la dignidad humana.

En el 2009, Juan decide volver a su país natal. Cuando uno se deja llevar por ese misterio grande, el Universo, Dios o cualquier otro nombre que le pongas, las puertas y el camino se va abriendo. Y así llego al barrio “La Favorita” en medio del centro en Bogotá; lo que anteriormente era parte del Cartucho. Ubicado entre la zona de tolerancia sexual, el Barrio Santa Fe y la zona de tolerancia de consumo de drogas, el Bronx.

Juan llegó a las puertas de la Fundación CARES de Prevención e Inclusión Social, una Fundación apoyada por empresarios que buscaban soluciones para cambiar el país, trabajando principalmente con niños, niñas y adolescentes, con el apoyo de un grupo de hermanas de la Presentación de la Virgen María de Granada. Durante seis meses dedico sus talentos a enseñar inglés y sistemas y luego le pidieron que fuera el Coordinador General de la Fundación.

Durante los siguientes dos años, Juan trabajó como voluntario en apoyar la transformación humana en unión con las religiosas y el equipo de psicólogos, sociólogos y trabajadores sociales. Es de aquí que se va desarrollando el trabajo basado en valores humanos y las Habilidades para la Vida (de la Organización Mundial de Salud), de una manera estructurada con el objetivo de sacar a los jóvenes de la pobreza multigeneracional.

Miles de personas, cientos de niños y niñas viviendo en una zona roja en la Capital, controlada por bandas criminales lucrándose de la trata de drogas, humanos, armas y demás actividades ilegales. Una zona sin protección del Estado, en pleno centro de Bogotá donde las familias llegaban desplazadas por la violencia, sin tener donde más que ir.

De la Favorita, salieron un buen número de personas y familias preparadas para integrarse a la sociedad con dignidad. Seis jóvenes que llevaron un proceso con la Fundación adelantaron carreras universitarias financiadas por padrinos. Es muestra de que con una metodología basada en la dignidad humana, un acompañamiento con amor, enseñando habilidades y compartiendo valores humanos, que si se puede hacer la diferencia en la vida de toda persona.

Fundación Ahimsa Colombia

Nace del encuentro con el Maestro Sri Sachcha Prem Baba en Rishikesh, India en enero del año 2009. Desde ese encuentro con lo Sagrado a orillas del rio Ganga en el pie de monte Himalaya, comenzó a entender el poder del amor desinteresado dedicado al servicio.

Tomando lo aprendido en CARES y ajustándolo a una zona rural del Valle del Cauca en enero del 2013, nace la Fundación Ahimsa Colombia trabajando en la vereda Piles de Yumbo y Palmira. Con el apoyo de TermoemCali que por medio de donaciones de su programa de Responsabilidad Social Empresarial hace posible todas las actividades desarrolladas para construir vidas dignas en esta vereda abandonada por todos y sin apoyo del Estado.

Piles tiene cerca de 900 habitantes con más del cuarenta por ciento menor a los 19 años de edad. Debido a su cercanía a dos ríos, el Cauca y el Freile, el estado lo declaro como zona de riesgo no-mitigable en el 2010 por una inundación causada por un terrateniente irresponsable. Debido a esto, no hay desarrollo ni inversión social, no cuentan con agua potable, la educación es de baja calidad, la quema de carbón y cargar arena del rio a volquetas que de vez en cuando llegan, son las únicas fuentes laborales. No hay presencia del estado ni de sus agentes.

En medio de este desastre humano, florece el trabajo que venimos desarrollando los últimos años, con amor y determinación de romper con el ciclo de pobreza multigeneracional y multidimensional. Combinando los talleres con la enseñanza de capacidades, Habilidades para la Vida y valores humanos vemos cambios en los niños y niñas que servimos. Están desarrollando confianza en ellos mismos, las capacidades necesarias para salir adelante y gestionar sus propias vidas. Y para ayudar a establecer una base digna para la vida, ofrecemos educación técnica con becas, más de 25 proyectos productivos han nacido, agua potable es entregada a 60 familias varias veces por semana, trabajamos permacultura en apoyo a la soberanía alimentaria. Todo esto y más, porque una empresa apoya la labor y un equipo de trabajo de 9 profesionales y 4 personas que contratamos en la vereda está dedicada a cambiar esta esquina del planeta.

Ahimsa es el poder de la no-violencia, con amor. Ese mismo poder utilizado por Gandhi, M. L. King y Nelson Mandela, aplicado a la construcción de la dignidad de vida y la eventual eliminación de la desigualdad. Seguimos luchando todos los días de manera no-violenta para que ese amor se traduzca en resultados en vidas de seres humanos que cuentan con pocas opciones en la vida.

La visión y el compromiso de TermoemCali y su Gerente General el Ingeniero Jorge Armando Pineda hacen posible esta labor.

“En medio del mundo en que vivimos, es de lo poco que tiene sentido hacer.”, comenta Juan.

A FUTURO

Con toda la experiencia y conocimiento, los pequeños y grandes éxitos que hemos alcanzado en estos últimos ocho años tenemos la responsabilidad, el deber de expandir esta fórmala de trabajo que tiene impactos profundos y reales, comprobables en la construcción de la dignidad humana y la reducción de la desigualdad que azota Colombia. Un pueblo, un ser educado, que pueda pensar tiene la posibilidad de ponerle fin a la corrupción y la opresión del sistema.

Vemos 100 Centros por la Paz Ahimsa en Colombia, en zonas rurales, urbanas, con campesinos, indígenas y poblaciones afro descendientes. En áreas de la transición a paz, al terminar la guerra.

Con el solo acto de entregar armas, no inicia la paz, es un paso formal. Hasta que no se construya capacidades, habilidades, valores humanos no vamos a tener una paz sostenible y perdurable. Tiene que ser un trabajo a 20 y 30 años que nos da esos resultados, con varias generaciones de personas que nos permite cambiar el campo y demás zonas abandonados con nuestros programas de:

* Participación en proceso de educación de calidad con refuerzo escolar para complementar la comprensión y desarrollar pensamiento crítico creativo, con capacidad de resolver problemas.

* Seguridad alimentaria con permacultura

* Energías renovables en la zonas

* Proyectos Productos

* Concientización sobre el planeta y el cuidado que requiere.

* Acceso a agua potable para todos

* Acceso a salud, educación y calidad de vida