La paz es mucho más que la dejación de armas, o la firma de un acuerdo para dejar de matarnos durante las últimas cinco décadas. La guerra nace por las condiciones sociales y la desigualdad, marginalización y pobreza. Durante todo este periodo de guerra, solo ha incrementado la distancia entre los pocos que tiene mucho y los muchos que tienen nada.
Para tener un país viviendo en paz debemos construir un pueblo capaz de soñar otro futuro, capaz de analizar lo que está pasando en la política y la sociedad. Eso solo se alcanza si acabamos con este sistema de esclavitud social y empoderamos por medio de una educación de calidad y un proceso de acompañamiento a nivel nacional, al pueblo, para que aprendan capacidades básicas requeridas para gobernarse, generar empleos dignos, proteger las riquezas naturales que tenemos.
James Heckman, Galardón del Premio Nobel de Economía 2001
Todo comienza en el trabajo concentrado en el bienestar de cada caserío, vereda, corregimiento, ciudad y departamento en la construcción de la dignidad humana. Tomando lo que veníamos gastando en la guerra y enfocarlo en crear esas capacidades o Habilidades para la Vida, damos una verdadera oportunidad de tener un país en paz, prosperidad para todos e igualdad para un pueblo abandonado por el diseño y el tiempo.
Es hora de hacer las cosas de manera diferente, eso es lo que venimos realizando en la Fundación Ahimsa Colombia con grupos de colombianos viviendo en condiciones similares a la mayoría de la ciudadanía del país.
Ahimsa significa la no-violencia y ha sido una de las mayores fuerzas en la transformación social a nivel mundial. Ahimsa fue introducido a occidente por Mahatma Gandhi que lo utilizo para liberar a su pueblo de las fuerzas opresoras. Al igual que Gandhi, Martin Luther King utilizo el poder de la no-violencia para conseguir un cambio que era imposible en el momento, que las personas de color tuvieran los mismos derechos que los blancos. Después de 22 años de lucha violenta, Nelson Mandela adopto los principios de Ahimsa para liberar a su pueblo de esas fuerzas corruptas y opresoras. En Colombia tenemos la obligación de utilizar la no-violencia como base de un movimiento sociopolítico con el objetivo de realizar esos cambios indispensables para el bienestar del pueblo.
En la historia del mundo, los miles de años que llevamos como seres humanos viviendo en la faz del planeta tierra, nunca, pero nunca hemos tenido tanta riqueza disponible y tantas personas viviendo en condición de pobreza. Si consideramos que la PNUD determina una persona pobre subsiste de USD$1.25 al día por su trabajo, o COL$ 3,650 pesos, y en Colombia el DANE durante el mes de marzo 2017, salió con la noticia que alguien que se gana $273,000 pesos al mes no se considera pobre, es una injustica y atentado contra la dignidad de todo ser humano.
Nuestro trabajo se centra en la construcción de la dignidad humana, basado en las mejores prácticas, modelos económicos y teorías científicas para poder ponerle fin a la pobreza, la desigualdad y la marginalización. Llevamos ocho años trabajando con personas viviendo en condiciones indignas, insostenibles, inconcebibles tanto en el casco urbano del sector de la Favorita, entre la Santa Fe y el Bronx en Bogotá y en zona rural del Valle del Cauca, sobre el jarillón del Rio Cauca. Por medio de un acompañamiento, con amor y en libertad hemos visto la transformación de vidas, como flores naciendo en un desierto que recibe agua, independientemente del medio en que viven.
Durante los primeros tres años de trabajo en una de las zonas más complejas socioeconómicamente, donde existe la trata de humanos, droga, armas y demás, trabajamos la misma metodología con un simple ajuste en los Valores Humanos para reflejar los de una orden de religiosas católicas.
Nelson Mandela
Debido a los altos niveles de criminalidad, teníamos mucha competencia para cambiar la mente de los niños, niñas y adolescentes ya que era mucho más fácil atracar alguien que estudiar todos los días, participar en la Fundación y trabajar hacia ganarse una beca universitaria y poder realizar sus proyectos de vida.
En medio de un sector donde no entraba la policía y era dominado por bandas criminales nos pusimos a trabajar en diseñar una metodología que permitiera generar cambios reales y sostenibles. Con la participación de la Universidad Javeriana, sociólogos, psicólogos, pedagogos, trabajadores sociales, empresarios y religiosas, desarrollamos esta metodología basada en el amor, sustentado por grandes pensadores e instituciones internacionales enfocados en la eliminación de la pobreza.
El éxito lo medimos de varias maneras: la más directa fue la participación diaria y constante de 75 a 100 niños, niñas y adolescentes. Los que llevaban más tiempo en la Fundación, 10 jóvenes estuvieron en el proceso por más de 4 años alcanzaron cambiar sus vidas con el apoyo de muchas personas. Hoy en día, seis de esos jóvenes tienen una vida digna, 4 se han egresado de universidades como La Salle y El Bosque en Bogotá y los demás decidieron estudiar carreras técnicas. Un mejor futuro es posible.
En estos ocho años hemos podido comprobar que el trabajo con niños, niñas y adolescentes, a partir de los 2 años de edad en un programa estructurado que desarrolla capacidades o habilidades para la vida, conjuntamente con una enseñanza de valores humanos y los derechos humanos, se vuelven el catalizador para cambiar esa pobreza mental en que la mayoría han vivido por múltiples generaciones.
Cada persona tiene que ganarse lo que pueda obtener por medio de su trabajo y participación en sus actividades. En los cien talleres que realizamos al mes damos oportunidades a los niños, niñas y adolescentes para que aprendan a auto-gestionar lo que necesitan y desean en sus vidas, dejando a un lado la mentalidad de ser pobres o mendigos. Los únicos requisitos que imponemos a los que llegan al espacio es que deben participar en todas las actividades, llegar a tiempo, tomar consciencia de su higiene personal y no pelear, no manifestar violencia verbal o física en el espacio. Si cumplen con eso, van viendo como se les abre la puerta a que la fundación los apoye en sus necesidades escolares, salidas pedagogías, pago de becas para estudios técnicos o universitarios, apoyo para terminar bachillerato, capital para montar un proyecto productivo o un sinfín de otros apoyos que se ganan por su propio esfuerzo.
Al iniciar trabajo en la vereda Piles en el 2013, los niños, niñas y adolescentes solo sabían expresar sus dolores y frustraciones por medio de la violencia, con el puño o el insulto en vez de con la palabra. Los niveles de insultos y agresiones físicas eran realmente alarmantes. Durante un tiempo relativamente corto, se ha logrado disminuir y prácticamente eliminar la agresión física, y los insultos son escasos. También hemos enseñado la importancia de llamar a las personas por sus nombres y no usar apodos o insultos que tienen esa capacidad de hacer doler a la persona.
En el transcurso del trabajo, nos enfocamos todos los días y en cada taller a “un minuto de silencio”, una forma de meditación para que las personas puedan enfocarse en ellos mismos, en lo que son como seres humanos y por ese instante, acercarse a ellos mismos y su naturaleza sagrada como ser sentiente. Buscamos desarrollar la naturaleza espiritual en la vida de los niños, niñas y adolescentes que llegan a nuestra vida pero no hablamos sobre ninguna religión en particular. Compartimos las bases comunes de todas las filosofías y religiones con ellos para que ellos mismos, en el momento que les nazca naturalmente, puedan hacer ese vínculo con lo sagrado. Creemos más en dar el ejemplo de los grandes Maestros y Maestras que han compartido sus enseñanzas con la humanidad.
Dos de los valores humanos que trabajamos son la honestidad y la autorresponsabilidad, los otros cuatro son la dedicación, gentileza, servicio y belleza (la belleza que nace de un ser humano dedicado a los otros valores, belleza interna). Los primeros valores buscan ayudar a los niños y niñas a tomar un inventario de sus vidas, de entender que hay un patrón universal de causa y efecto en el que recibo lo que entrego al mundo y que cada uno somos responsables por la situación en que nos encontramos, que no somos víctimas.
Entre más temprana edad podamos comenzar a enseñar estas Habilidades para la Vida, o Capacidades, más oportunidades desarrollara el niño o niña que les servirá para impulsar su vida, logrando integrarse a la sociedad, participar en el proceso democrático y conseguir la vida digna que todos merecemos y tantos buscan obtener.
Poco a poco los niños, niñas y adolescentes van aprendiendo que con esfuerzo propio son capaces de lograr muchas cosas en sus vidas. La enseñanza de las Habilidades para la Vida es algo primordial porque les enseña como participar en una sociedad, como gestionar lo que ellos necesitan y desean. Poco a poco aprenden que si hacen lo que tienen que hacer ese día, que la vida le va abriendo otras oportunidades. Oportunidades para conseguir becas para el estudio, realizar proyectos productivos que no se hubieran considerado capaces de hacer, de forjar su vida basada en sus propios proyectos de vida.
James Heckman, Galardón del Premio Nobel de Economía 2001
El modelo de asistencialismo, en que el Estado u otras entidades van a sectores marginados y marginalizados y simplemente entregan dinero, alimento, o cualquier otro tipo de ayuda solo sirve para esclavizar a esa población y todos los que viven en ella.
Para darle un poco de perspectiva al tema de la pobreza, podemos revisar las cifras del Programa de las Naciones Unidad para el Desarrollo, PNUD 1 :
Algunas cifras para poner en contexto la desigualdad en nuestro país.
La dignidad del ser humano es primordial. Para que una persona nacida en la pobreza extrema pueda superar las barreras es indispensable tener una educación de calidad. Debido a la baja calidad educativa de la Institución educativa de la vereda, la gran mayoría de los niños y niñas que atienden no son capaces de entender lo que leen, pocos pueden leer y aún menos tienen la capacidad de escribir. En las matemáticas e inglés, padecen de la misma falta de capacidades.
Para transformar nuestra sociedad, hay que trabajar en cada comunidad para entregar una educación de calidad y programas de refuerzo escolar para que las personas dejen de ser analfabetas funcionales.La combinación de una educación de calidad, enseñanza de capacidades o Habilidades para la Vida y un acompañamiento con amor y en libertad es la solución al problema de la desigualdad, la pobreza multidimensional y multigeneracional.
1. http://www.teamstoendpoverty.org/wq_pages/es/visages/chiffres.php
3. http://www.portafolio.co/opinion/cecilia-lopez-montano/analisis-desigualdad-colombia-495485
4. http://www.portafolio.co/opinion/cecilia-lopez-montano/analisis-desigualdad-colombia-495485
5. http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-16546686
6. http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160308_america_latina_economia_desigualdad_ab
Por medio de Paypal puedes hacernos llegar tus aportes en dinero, si tienes otras cosas que aportarnos escribenos o llámanos.