Cada año, la PNUD, Programas de las Naciones Unidas para el Desarrollo crea un informe relacionando el progreso del desarrollo humano a nivel internacional. Las temáticas cambian según el enfoque necesario que ellos determinan pertinente. Esta información sirve como base del trabajo que realizamos en la Fundación Ahimsa y nos alineamos a sus recomendaciones y pautas para combatir la desigualdad, el hambre y la vulnerabilidad en los proyectos que efectuamos.
Integramos estos conceptos al plan de trabajo de cada año para que podamos seguir adelantando el progreso humano y adherirnos a los más altos niveles posibles con esos mismos objetivos del desarrollo humano, en la construcción de la dignidad de la vida.
El primer informe que utilizamos para implementar en campo, el del 2014, “Sostener el Progreso Humano: Reducir vulnerabilidades y construir resiliencia”, el Informe proporciona una nueva perspectiva sobre lavulnerabilidad y propone nuevas formas de reforzar la resiliencia. Según las mediciones de pobreza basadas en ingresos, 1.200 millones de personas viven con 1,25 dólares al día o menos. Sin embargo, las últimas estimaciones del Índice de Pobreza Multidimensional del PNUD revelan que casi 1.500 millones de personas, de 91 países en desarrollo, viven en situación de pobreza multidimensional, con carencias concurrentes en salud, educación y nivel de vida. Y aunque en términos generales la pobreza está disminuyendo, casi 800 millones de personas se enfrentan al riesgo de volver a caer en ella por causa de alguna crisis o adversidad.
“Hacer frente a las vulnerabilidades permitirá que todas las personas participen de los avances en materia de desarrollo, logrando así que el desarrollo humano sea cada vez más equitativo y sostenible”, afirmó Helen Clark, Administradora del PNUD.
En esencia, la resiliencia consiste en garantizar que el Estado, la comunidad y las instituciones mundiales trabajen para empoderar y proteger a las personas. Se trata de tener la libertar de vivir la vida que uno considera valiosa y de enfrentar sus circunstancias de manera adecuada. El desarrollo humano implica eliminar las barreras que impiden que las personas tengan libertad a la hora de actuar. Consiste en permitir que los grupos desfavorecidos y excluidos ejerzan sus derechos, expresen sus preocupaciones abiertamente, que se les escuche y que pasen a ser agentes activos que puedan definir su propio destino.
Entender porque una persona, familia o comunidad es ‘vulnerable’ nos facilita generar soluciones a la problemática de la ‘pobreza’ por medio de programas que los apoyen y los fortalezcan con el fin de romper el ciclo muti-generacional de pobreza.
Crear ‘resiliencia’ nos permite salvaguardar los adelantos en el trabajo con las poblaciones vulnerables con el objetivo que ellos puedan seguir adelantando en su procesos aun hayan desastres personales, económicos o ambientales.
“Cuando se realizan las inversiones en capacidades en una etapa más temprana, las perspectivas futuras son mejores (véase la línea azul en el gráfico). También se da el caso contrario: la falta de inversiones oportunas y continuas en capacidades puede comprometer gravemente la posibilidad de un individuo de alcanzar un potencial de desarrollo humano pleno (véase la línea roja continua de la gráfico).
Las intervenciones posteriores pueden facilitar la recuperación de los individuos, aunque generalmente solo en parte, y llevarles a una trayectoria de desarrollo humano superior (véanse las líneas azules discontinuas de la gráfico).”
El bienestar de las personas se ve influenciado en gran medida por las libertades con las que cuentan y por su capacidad de hacer frente a los acontecimientos adversos, ya sean de origen natural o humano, así como de recuperarse de ellos.
La construcción de resiliencia subyace a cualquiera de los enfoques relativos a la seguridad y sostenibilidad del desarrollo humano.
Consiste en permitir que los grupos desfavorecidos y excluidos ejerzan sus derechos, expresen sus preocupaciones abiertamente, que se les escuche y que pasen a ser agentes activos que puedan definir su propio destino.
Se trate de que las personas reconozcan sus Derechos y que se apoderen de ellos con el fin de hacer que el Estado los cumpla y que los que viene vulnerando los DDHH rindan cuentas.
El Informe sobre Desarrollo Humano 2015 "Trabajo al servicio del Desarrollo Humano“, examina los vínculos, tanto positivos como negativos, que se dan entre el trabajo y el desarrollo humano en un mundo rápidamente cambiante. El avance de la globalización, la revolución tecnológica, las transiciones demográficas y muchos otros factores están creando nuevas oportunidades, pero también presentan riesgos. El informe examina cómo los beneficios de este nuevo mundo del trabajo no se distribuyen por igual, generando ganadores y perdedores.
El reporte aboga por una noción del trabajo más amplia, que va más allá del empleo, para hacer frente tanto a aquellos desafíos persistentes en el trabajo remunerado y no remunerado - tales como las depravaciones humanas, las desigualdades, la falta de sostenibilidad, y las desigualdades de género -, como a los emergentes –como la trasformación de puestos de trabajo, la falta de capacidades, el cambio climático y otros. La publicación concluye con una serie de recomendaciones sobre cómo mejorar el progreso humano a través de la promoción de los derechos de los trabajadores y un mayor acceso a la protección social.
Hace 25 años, el primer Informe sobre Desarrollo Humano, publicado en 1990, partió de una premisa simple: que el desarrollo tiene por objetivo ampliar las oportunidades de las personas, centrándose de manera general en la riqueza delas vidas humanas y no solo en la riqueza de las economías. El trabajo es uno de los pilares en los que se asientan tanto la riqueza de las economías como la riqueza de las vidas humanas, pero en general se ha concebido más en términos económicos que en términos de desarrollo humano. El Informe sobre Desarrollo Humano de 2015 va más allá de esa convención, al vincular directamente el trabajo con la riqueza de las vidas humanas. El presente Informe arranca con una pregunta fundamental: ¿cómo puede el trabajo mejorar e desarrollo humano? El Informe adopta una visión amplia del trabajo, pues va más allá del empleo y tiene en cuenta actividades como el trabajo de cuidados no remunerado, el trabajo voluntario y el trabajo creativo, que contribuyen a la riqueza de las vidas humanas.
En el trabajo de la Fundación Ahimsa Colombia, tomamos un enfoque holístico en relación al desarrollo y es por esto que nos alineamos a las normas de desarrollo de las Naciones Unidas y sus programas como del Desarrollo Humano.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son parte de la continuación del Plan de Desarrollo del Milenio, adoptado en agosto del 2015, con el título de “Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”.
En la labor que efectuamos con poblaciones vulneradas o marginalizadas buscamos como alinearnos con cada uno de los 17 puntos definidos en esta iniciativa global. En la mayoría de los puntos, estamos haciendo progreso en sostener el desarrollo humano, en otros estamos gestionando recursos del Estado o buscando maneras de generar espacios de discusión, estudio y acción sobre las temáticas que solo el Estado puede resolver.
Para que tengamos un mundo sostenible, todos tenemos que participar y hacer nuestra parte; desde la sociedad civil, la ONG, el sector privado y el Estado.
La presente Agenda es un plan de acción en favor de las personas, el planeta y la prosperidad. También tiene por objeto fortalecer la paz universal dentro de un concepto más amplio de la libertad. Reconocemos que la erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones, incluida la pobreza extrema, es el mayor desafío a que se enfrenta el mundo y constituye un requisito indispensable para el desarrollo sostenible.
Este plan será implementado por todos los países y partes interesadas mediante una alianza de colaboración. Estamos resueltos a liberar a la humanidad de la tiranía de la pobreza y las privaciones, y a sanar y proteger nuestro planeta. Estamos decididos a tomar las medidas audaces y transformativas que se necesitan urgentemente para reconducir al mundo por el camino de la sostenibilidad y la resiliencia. Al emprender juntos este viaje, prometemos que nadie se quedará atrás.
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y las 169 metas que anunciamos hoy demuestran la magnitud de esta ambiciosa nueva Agenda universal. Con ellos se pretende retomar los Objetivos de Desarrollo del Milenio y lograr lo que con ellosno se consiguió. También se pretende hacer realidad los derechos humanos de todas las personas y alcanzar la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas. Los Objetivos y las metas son de carácter integrado e indivisible y conjugan las tres dimensiones del desarrollo sostenible: económica, social y ambiental.
Los Objetivos y las metas estimularán durante los próximos 15 años la acción en las siguientes esferas de importancia crítica para la humanidad y el planeta.
Estamos decididos a poner fin a la pobreza y el hambre en todas sus formas y dimensiones, y a velar por que todos los seres humanos puedan realizar su potencial con dignidad e igualdad y en un medio ambiente saludable
Estamos decididos a proteger el planeta contra la degradación, incluso mediante el consumo y la producción sostenibles, la gestión sostenible de sus recursos naturales y medidas urgentes para hacer frente al cambio climático, de manera que pueda satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras. La prosperidad Estamos decididos a velar por que todos los seres humanos puedan disfrutar de una vida próspera y plena, y porque el progreso económico, social y tecnológico se produzca en armonía con la naturaleza
Estamos decididos a propiciar sociedades pacíficas, justas e inclusivas que estén libres del temor y la violencia. El desarrollo sostenible no es posible sin la paz, ni la paz puede existir sin el desarrollo sostenible.
Estamos decididos a movilizar los medios necesarios para implementar esta Agenda mediante una Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible revitalizada, que se base en un espíritu de mayor solidaridad mundial y se centre particularmente en las necesidades de los más pobres y vulnerables, con la colaboración de todos los países, todas las partes interesadas y todas las personas.
Los vínculos entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible y su carácter integrado son de crucial importancia para cumplir el propósito de la nueva Agenda.
Si conseguimos lo que ambicionamos en todos y cada uno de los aspectos de la Agenda, mejorarán notablemente las condiciones de vida de todas las personas y nuestro mundo se transformará en un lugar mejor.
2016 presenta una oportunidad sin precedentes para que los países y los ciudadanos del mundo emprendan un nuevo camino para mejorar las vidas de las personas en todas partes.
Los países han adoptado un nuevo programa de desarrollo sostenible y un nuevo acuerdo mundial sobre el cambio climático. Explore este sitio para obtener más información sobre los esfuerzos de la ONU y sus socios para construir un mundo mejor, en el que nadie se quede atrás. El grafico adjunto a este texto muestra las áreas de compromiso y aquellas en que Ahimsa Colombia viene impactando por medio de sus programas en la Vereda Piles.
Utilizando la enseñanza, promoción y la educación de los Derechos Humanos, en poblaciones vulneradas establecemos un nivel de conciencia que las personas que acompañamos no contaban. Por lo general, poblaciones vulneradas, personas viviendo en la pobreza extrema no saben que tienen derechos humanos, mucho menos como reclamar al Estado que se les respeten estos derechos fundamentales. Una vez la persona toma conciencia de que tiene esa dignidad humana inviolable y que cuenta con leyes aceptadas universalmente, van adquiriendo capacidades y habilidades para gestionar sus vidas ante las autoridades en los casos en que se haya fallado el cumplimiento.
Hemos tenido ocasión de acompañar a familias, niños y niñas a hospitales en que no los han querido atender por falta de recursos, los hemos acompañado para exigir una educación digna ante la Secretaria de Educación de Palmira, nos ha tocado reclamarle al Municipio de Palmira y la Fiscalía General de la Nación que servidores públicos dejen de maltratar a los niños y niñas que atienden escuelas verdales.
Seguimos gestionando recursos como agua, saneamiento, salud, protección, seguridad social para las personas con que trabajamos, y a que sean tratados como iguales ante la ley, a la libertad de pensamiento y de expresar opiniones ante organizaciones estatales.
En Colombia, la Ley 1098 del 2006 tiene la siguiente finalidad:
ARTÍCULO 1o. FINALIDAD. Este código tiene por finalidad garantizar a los niños, a las niñas y a los adolescentes su pleno y armonioso desarrollo para que crezcan en el seno de la familia y de la comunidad, en un ambiente de felicidad, amor y comprensión. Prevalecerá el reconocimiento a la igualdad y la dignidad humana, sin discriminación alguna.
Según esta ley: “ARTÍCULO 9o. PREVALENCIA DE LOS DERECHOS. En todo acto, decisión o medida administrativa, judicial o de cualquier naturaleza que deba adoptarse en relación con los niños, las niñas y los adolescentes, prevalecerán los derechos de estos, en especial si existe conflicto entre sus derechos fundamentales con los de cualquier otra persona.
En caso de conflicto entre dos o más disposiciones legales, administrativas o disciplinarias, se aplicará la norma más favorable al interés superior del niño, niña o adolescente.”
Pero la verdad es que difícilmente se cumple en los estratos bajos ni mucho menos con personas viviendo en situación de vulnerabilidad.
Seguimos trabajando en defensa de estos Derechos y para que el Estado Colombiano y todas sus dependencias cumplan con la Constitución, las leyes de Colombia y los acuerdos Internacionales como la Declaración de los Derechos del Niño.
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